La rubéola es una infección
vírica aguda y contagiosa. Si bien por lo general la enfermedad es leve en los
niños, tiene consecuencias graves en las embarazadas, porque puede causar
muerte fetal o defectos congénitos en la forma del síndrome de rubéola
congénita.
El virus de la rubéola se
transmite por gotículas en el aire, cuando las personas infectadas estornudan o
tosen. Los humanos son el único huésped conocido.
La rubéola es causa por un
virus del generoRubivirus. Sus síntomas incluyen una fiebre de bajo grado, problemas
respiratorios, y el síntoma más notable es un sarpullido de manchas color rosa
o rojo claro que típicamente comienzan en la cara y se extienden hacia el
cuerpo. El sarpullido ocurre alrededor de dos o tres semanas después de ser
expuesto al virus.
En los niños, la enfermedad a causa de la infección con rubéola es
usualmente ligera. Las complicaciones de la rubéola son más comunes en los
adultos que en los niños, e incluyen artritis, encefalitis, y neuritis.
Síntomas
En
los niños, por lo general la enfermedad es leve, con síntomas que incluyen
erupción cutánea, fiebre poco intensa (<39 °C), náuseas y conjuntivitis
leve. El exantema, que se observa en el 50% al 80% de los casos, habitualmente
comienza en la cara y el cuello antes de progresar hacia los pies, y permanece
de 1 a 3 días. La inflamación de los ganglios linfáticos en la parte posterior
de las orejas y el cuello es la característica clínica más saliente. Los
adultos infectados, con mayor frecuencia mujeres, pueden padecer artritis y
dolores articulares, por lo general de 3 a 10 días.
Una
vez que se contrae la infección, el virus de disemina por todo el organismo en
aproximadamente 5 o 7 días. Habitualmente, los síntomas aparecen de dos a tres
semanas después de la exposición. El periodo más contagioso por lo general es
de 1 a 5 días después de la aparición del exantema.
Cuando
el virus de la rubéola infecta a una mujer embarazada en las primeras etapas
del embarazo, la probabilidad de que la mujer transmita el virus al feto es del
90%. Esto puede provocar aborto espontáneo, nacimiento muerto o defectos
congénitos graves en la forma del síndrome de rubéola congénita. Los lactantes
con el síndrome de rubéola congénita pueden excretar el virus durante un año o
más.
Síndrome de rubéola congénita
Los
niños con síndrome de rubéola congénita pueden padecer defectos de audición,
defectos oculares y cardíacos y otros trastornos permanentes como autismo,
diabetes mellitus y disfunción tiroidea, muchos de los cuales requieren
tratamiento costoso, cirugía y otras modalidades de atención caras.
El
mayor riesgo de síndrome de rubéola congénita se registra en los países en los
que las mujeres en edad fértil no tienen inmunidad contra la infección
(adquirida por vacunación o por haber contraído antes la enfermedad). Antes de
la introducción de la vacuna, hasta cuatro niños de cada 1000 nacidos vivos
nacían con síndrome de rubéola congénita.
La
vacunación a gran escala en la última década ha prácticamente eliminado la
rubéola y el síndrome de rubéola congénita en numerosos países desarrollados y
en algunos países en desarrollo. En abril de 2015, la Región de las Américas de
la OMS fue la primera del mundo en ser declarada libre de transmisión endémica
de rubéola.
Las
máximas tasas de síndrome de rubéola congénita se registran en las regiones de
la OMS de África y Asia Sudoriental, en las que la cobertura con la vacuna es
la más baja.
Vacunación
La
vacuna contra la rubéola contiene una cepa de virus vivo atenuado que se ha
utilizado durante más de 40 años. Una sola dosis de vacuna confiere un nivel de
inmunidad a largo plazo superior al 95%, que es similar al que genera la
infección natural.
Las
vacunas contra la rubéola están disponibles en preparaciones monovalentes
(vacuna dirigida solo a un patógeno) o, más frecuentemente, en combinación con
otras vacunas, como las vacunas combinadas contra el sarampión y la rubéola,
contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola o contra la rubéola, el
sarampión, la parotiditis y la varicela.
Las
reacciones adversas a la vacuna por lo general son leves. Pueden consistir en
dolor y enrojecimiento en el sitio de la inyección, fiebre leve, exantema y
dolores musculares. En las campañas masivas de vacunación en la Región de las
Américas, que abarcaron a más de 250 millones de adolescentes y adultos, no se
detectaron reacciones adversas graves asociadas con la vacuna.
Respuesta de la OMS
La
OMS recomienda que todos los países que no hayan adoptado aún la vacuna contra
la rubéola consideren incorporarla a los programas existentes y bien
establecidos de vacunación contra el sarampión. Hasta la fecha, son tres las
regiones de la OMS que se han fijado como meta eliminar esa causa prevenible de
defectos congénitos.
En
abril de 2012, la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión (hoy Iniciativa de
Lucha contra el Sarampión y la Rubéola) lanzó un nuevo Plan Estratégico Mundial
de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola que abarca el periodo 2012-2020. El
Plan incluye nuevas metas mundiales para 2015 y 2020.
De aquí a finales de 2015
·
Reducir las muertes por sarampión en el mundo por
lo menos un 95% respecto de las cifras del año 2000.
·
Alcanzar los objetivos regionales de eliminación
del sarampión y la rubéola y el SÍNDROME de rubéola congénita.
De aquí a finales de 2020
·
Lograr la eliminación del sarampión y la rubéola en
por lo menos cinco regiones de la OMS.
La
estrategia se centra en la ejecución de cinco componentes básicos:
1. lograr y mantener una alta cobertura
con dos dosis de vacuna contra el sarampión y la rubéola;
2. realizar un seguimiento de la
enfermedad mediante la vigilancia eficaz y evaluar los esfuerzos programáticos
para asegurar los progresos y la repercusión positiva de las actividades de
vacunación;
3. establecer y mantener la preparación
para hacer frente a los brotes, la rápida respuesta a éstos y el tratamiento
eficaz de los casos;
4. comunicarse y relacionarse con el
público para ganarse su confianza y crear demanda de inmunización;
5. realizar la investigación y el
desarrollo necesarios para apoyar las acciones costoeficaces y mejorar la
vacunación y los instrumentos para el diagnóstico.
Con
la aplicación del Plan Estratégico es posible proteger y mejorar, de manera
rápida y sostenible, las vidas de los niños y las madres en todo el mundo.
El
Plan proporciona estrategias claras para los responsables nacionales de las
actividades de vacunación y trabaja conjuntamente con asociados nacionales e
internacionales, con el fin de alcanzar las metas establecidas para 2015 y 2020
en materia de control y eliminación del sarampión y la rubéola. Se basa en años
de experiencia en la aplicación de programas de inmunización e incorpora las
enseñanzas extraídas de las iniciativas de control acelerado del sarampión y
erradicación de la poliomielitis.
En
su calidad de miembro fundador de la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y
la Rubéola, la OMS proporciona apoyo técnico a los gobiernos y a las comunidades
para mejorar los programas de inmunización sistemática y emprender campañas de
vacunación dirigidas a poblaciones determinadas.
Además,
la Red Mundial OMS de Laboratorios para la Detección del Sarampión y la Rubéola
brinda apoyo para el diagnóstico de los casos de rubéola y síndrome de rubéola
congénita así como para la vigilancia de la diseminación del virus de la
rubéola.
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